Wednesday, April 24, 2013

My Interview with a Salvadoran Newspaper


Last month, I was in El Salvador to participate in the country's first-ever LGBTI conference ((at least in recent memory, and at least the most public), hosted by ALDES ( Anti-Homophobia Legal Clinic of. El Salvador).

I was interviewed by Salvadoran digital newspaper Diario La Página on my life, my Salvadoran and LGBT identities, my work at GLAAD. Check it out.


Brian Pacheco es un salvadoreño que trabaja en la Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación (GLAAD) siendo el principal enlace entre la ONG y los medios de comunicación en español de EE.UU. Pacheco visitó recientemente el país y conversó con Diario LA PÁGINA sobre sus raíces salvadoreñas y su importante trabajo por los derechos de la comunidad LGBT.
|POR EMERSON AYALA
Brian Pacheco Corletto es un joven salvadoreño de 25 años quien, a su corta edad, posee un importante trabajo dentro de GLAAD, la organización que fue fundada como la Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación en Estados Unidos.
Pacheco es el estratega de medios en español para GLAAD y está a cargo de monitorear, dar críticas y colaborar con los medios latinos en EE.UU. para que den una representación justa y no discriminatoria de las personas enmarcadas dentro del movimiento LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).
Pacheco visitó nuestro país hace unos días para participar en una conferencia sobre diversidad sexual que se ofreció en la Universidad Centroamericana (UCA) y, durante su estadía, conversó con Diario LA PÁGINA sobre sus orígenes, lo que él llama “orgullo de ser salvadoreño y abiertamente gay”, su importante trabajo dentro de GLAAD, y cómo se aborda la diversidad sexual y los derechos de personas LGBT tanto en la sociedad como en los medios de comunicación de nuestro país.



Coméntanos sobre tus orígenes, ¿De dónde eres y cómo llegas hasta Estados Unidos?

Mis padres son de Santa Ana y emigraron a Estados Unidos a principios de los 80s, durante la guerra. Mamá llegó a Los Angeles en 1981 ya como residente legal (gracias a mi abuela, que hizo el sacrificio de dejar a sus tres hijos para emprender el viaje a Estados Unidos en 1970). Mi papá llegó a Los Angeles en 1983 tras el largo viaje cruzando las fronteras, indocumentado. En 1985 nació mi hermano mayor, en 1987 nací yo, y en 1993 nació mi hermana.

Conocí El Salvador por primera vez cuando tenía 8 meses, que evidentemente no recuerdo. Soy un hombre orgulloso de ser salvadoreño y abiertamente gay. Amo a mi familia y a amo a mis raíces salvadoreñas.

En los primeros 5 años de mi vida me crié en una colonia de inmigrantes centroamericanos, mayormente salvadoreños. Luego nos mudamos a una ciudad afuera de Los Angeles que tenía una población en su gran mayoría de latinos y asiáticos, pero era muy poca la población no mexicana, así que esa experiencia marcó mucho mi identidad cultural, pues la mayoría de tiempo lo pasaba en la escuela así que no estuve muy expuesto a la cultura salvadoreña fuera de mi casa. Pero a pesar de eso siempre me sentí orgulloso de ser salvadoreño, y visité el país por primera vez cuando tenía 11 años.

¿Cuéntanos brevemente en qué consiste GLAAD y a qué se dedica esta organización?

Desde hace más de 25 años, GLAAD trabaja con medios de comunicación para lograr el cambio cultural necesario para que las personas LGBT sean aceptadas en la sociedad  en su vida cotidiana, y hacer que las actitudes y acciones anti-LGBT se vuelvan cosa del pasado. GLAAD mantiene responsables a los medios de comunicación e instituciones por las palabras e imágenes que presentan, con el fin de asegurar que sus representaciones de la comunidad LGBT sean justas, objetivas, respetuosas e incluyentes.

Trabajamos con los medios de comunicación (programa de televisión, telenovela o un periódico local) porque tienen un poder innegable de educar a la gente de quienes somos; es decir, mediante las historias de personas LGBT que se presentan en los medios la gente llega a comprender que las personas LGBT simplemente buscan y merecen las mismas cosas que toda persona quiere: cuidarse el uno al otro y nuestras familias, tener buenos empleos, apoyar y servir a nuestras comunidades locales, nacionales y militares.

GLAAD fue fundada en Nueva York en 1985 en protesta a la cobertura difamatoria y sensacionalista acerca del SIDA que hizo el New York Post. A partir de ese momento GLAAD empezó a ejercer presión a los medios de comunicación para poner fin a la tendencia de reportajes homofóbicos.

En un estudio realizado por Harris Interactive en 2008, se reveló que en Estados Unidos  en los cinco años anteriores se experimentó un aumento en los niveles de aceptación de personas gays o lesbianas. Dos de cada 10 adultos (19%) afirmaron que la aceptación había ocurrido por factores como conocer a alguien que lo fuera, pero también por la cobertura de los temas en las noticias (41%) y por ver personajes LGBT en la televisión (34%) o en las películas (29%).

¿Cómo obtuviste el trabajo de Estratega de Medios en Español de GLAAD? 

Luego de graduarme de la Universidad de California en Berkeley, con una licenciatura en historia, en junio del 2009, regresé a vivir con mi mamá. A partir de ese momento entré una depresión de varios meses,  en los que estuve sin ánimos de hacer nada, ni de trabajar ni buscar empleo. 

Vivíamos en Estados Unidos unos momentos difíciles por la recesión económico, y su causó parte de mi depresión.

Pero sobre todo se debe al hecho de que por fin había decidido enfrentar lo que venía ignorando y negándome desde años: el trauma por la tragedia que mi familia vivió cuando tenía 12 años.

En 1999, asesinaron a mi papá, mi hermano de 14 años, mi tío y el esposo de mi tía. En ese entonces los sobrevivientes (mi mamá, mi hermana de 5 años, y yo) nos vimos obligados a regresar a la colonia que habíamos dejado, en Los Angeles.

A esa edad yo opté por hacerme "el fuerte," y viví años negando mi miedo, tristeza, y dolor, y de hecho por eso fue que no me gustaba hablar de mi padre y hermano. En fin, eran maneras nada saludables para manejar el trauma y el duelo. Pero a los años logré darme cuenta de que en realidad ser "fuerte" significaba enfrentar las cosas; y en lugar de castigarme decidí más bien perdonarme, enfrentar el duelo y buscar maneras saludables para manejarlos.

Como resultado, poco a poco todo empezó a cambiar. Cuando llegó el 2010, me sentí como nuevo y me puse a buscar trabajos hasta lograr un puesto de medio tiempo en GLAAD a principios de febrero de ese año.

¿Exactamente en qué consiste tu labor dentro GLAAD?

En mi función de estratega para medios en español, monitoreo y trabajo con medios de comunicación latinos en Estados Unidos, como CNN en Español, Univision, Telemundo, People en Español, TVyNovelas, etc. A los medios les ayudo en temas relacionados con personas LGBT, sugiriéndoles ideas y voceros para historias, corrigiendo terminología incorrecta o irrespetuosa, y haciéndoles llegar críticas constructivas para mejorar su cobertura o representación.

Los avances que ha habido se ven en las encuestas, el apoyo latino hacia las personas y temas LGBT es cada vez más fuerte. Por ejemplo, un estudio de Pew Hispanic Center del año pasado muestra que 59% de Hispanos dicen que la homosexualidad debería ser aceptada en nuestra sociedad. Otra encuesta del National Council of la Raza este año muestra que 54% de Hispanos apoya el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Y así hay muchas.

Aunque al principio deseaba ser catedrático en la universidad, estoy muy feliz con mi actual trabajo porque siempre quise hacer un cambio en el mundo. Para los que hemos trabajado duro para poder hacer lo que queremos en la vida, tenemos la responsabilidad de asegurar que en nuestra sociedad, todos tengamos el mismo acceso a las oportunidades, sin importar raza, orientación sexual, identidad de género, o religión. Todos debemos tener el mismo acceso a oportunidades, y nadie debe ser explotado o maltratado solo por ser quien es.

Sobre el tema del momento, ¿Cómo ve GLAAD el debate en la Corte Suprema de EE.UU. para legalizar el matrimonio homosexual? ¿Qué repercusiones tendrá esto en el resto del mundo, particularmente en El Salvador?

GLAAD quiere que las personas tengan la libertad para casarse con quien aman, y de hecho contamos con un apoyo cada vez más fuerte de la mayoría de estadounidenses. El  58% de los votantes apoyan el matrimonio igualitario; entre los votantes latinos el 61% lo apoyan. Además, los republicanos están viniendo a bordo, y en los últimos tres días, hemos visto a senador tras senador manifestado su apoyo por el matrimonio igualitario.
Este es realmente el momento para que el país acoja el matrimonio igualitario. Independientemente de si se logre o no tenerlo mediante la Corte Suprema, pronto lograremos tener la libertad para casarnos.

Los Estados Unidos no ha sido líder en lo que se refiere al matrimonio igualitario, pues ya ha habido tantos países que lo han aprobado. Sin embargo, cuando los Estados Unidos por fin llegue a aprobar el matrimonio igualitario, eso sustentará el impulso a nivel internacional.

¿Qué es lo que más sobresaliente que te ha ocurrido trabajando con GLAAD, algo que te haya impactado mucho? 

Lo que más me gusta es cuando veo los efectos positivos de mi trabajo en mi vida cotidiana. Por ejemplo como cuando mi mamá, o mi tía o mi abuela me cuentan de algo relacionado con LGBT que vieron en la televisión, resulta que es algo producto de mi labor.

También me encantan esas historias conmovedoras de padres que después de años por fin llegaron a poder acercarse a sus hijos gays para hablar sobre sus vidas amorosas, gracias a un momento importante que haya recibido mucha atención mediática, como por ejemplo la salida del closet de Ricky Martin.

¿Qué significa para ti, como salvadoreño, esta posición dentro de GLAAD para la comunidad hispana?

Es un gran honor tener las oportunidades y experiencia que he desarrollado en GLAAD; algo que fue posible gracias a los sacrificios de mi familia y mis antepasados activistas en movimientos sociales en Estados Unidos y Centroamérica. Me empeño en no dejar que el prestigio se me vaya a la cabeza. Pero sobre todo significa que tengo una gran responsabilidad de hacer todo lo posible para crear cambios positivos en el mundo.

Como persona LGBT, tengo la responsabilidad de conocer las diversas experiencias por las que pasan todas las identidades del colectivo LGBT, porque a veces me encuentro en situaciones donde tengo que hablar por todo el colectivo, educando a la gente.

Más que nada, mi trabajo significa empoderar a personas que representan voces marginadas y poco visibles para que puedan hablar por sí mismos, visibilizándose y haciéndose sentir como parte de la sociedad. Como latinoamericano significa que tengo la responsabilidad de compartir e intercambiar recursos con mis hermanos y hermanas LGBT en países latinoamericanos. Y como salvadoreño, significa que tengo la responsabilidad de hacer todo lo posible para que haya igualdad en mis dos países.

¿Cómo ves la situación de las personas LGBT en El Salvador? ¿Qué tanto sabes de la situación en nuestro país y cómo te involucras desde tu posición tan importante en EE.UU. con la comunidad aquí?

Lo único que sé es que, al igual que en Estados Unidos y el mundo, las cosas tienen que cambiar en El Salvador. La violencia, la pobreza, la explotación, la falta de oportunidades, son cosas que nos afectan a todos porque yo enérgicamente creo que si hay alguien que no es libre, nadie es libre. Considero mi trabajo a favor de la igualdad LGBT una manera de contrarrestar la injusticia en el mundo. Porque nadie debe ser negado un empleo, o hecho sentir que vale menos, solo por el hecho de ser gay, bisexual, lesbiana, transgénero, intersexual; o por ser indígena, musulmán, o por tener una discapacidad.

Desde Estados Unidos asisto en lo que pueda con lo que me pide el movimiento LGBT de El Salvador, partiendo del respeto al reconocer que, aunque sea orgullosamente salvadoreño, soy un salvadoreño del exterior que no vive las realidades que vive la gente salvadoreña, ya sea LGBT o no.

Recientemente viniste al país a una conferencia titulada "La felicidad y la diversidad sexual en El Salvador". ¿Crees que se puede ser “LGBT y feliz" en nuestro país? ¿Qué condiciones ves a favor o en contra de esto?

Aun habiendo injusticias y desigualdades, los salvadoreños –ya sean LGBT o no– somos trabajadores y luchamos por nuestras familias, por ser felices. Los líderes en el movimiento LGBT han sido y siguen siendo valientes, luchando y dando la cara para que las generaciones siguientes de salvadoreños LGBTI no tengan que pasar por que lo que ellos vivieron.

¿Cómo has visto que los medios de comunicación abordan los temas de diversidad sexual en El Salvador? ¿Qué opinas?

Según tengo entendido, la cobertura LGBT en noticias y programas de entretenimiento están repletos de estereotipos, amarillismo, imágenes deshumanizadoras que fomentan la ignorancia y los prejuicios que incitan a la violencia anti-LGBT.

Resulta que no importa si esto es por mala intención, o ignorancia, por parte de  productores, escritores, o reporteros, pues el producto tiene graves consecuencias en la sociedad. Como en GLAAD solo monitoreamos lo que se ve en Estados Unidos no te podría decir cómo El Salvador se compara con los medios de comunicación en el mundo. Pero incluyendo los Estados Unidos, a nivel global hay que mejorar la representación LGBT en los medios de comunicación. Y para eso hay que capacitar a grupos LGBT para ejercer presión en los medios de comunicación para que difundan representaciones dignas, positivas, correctas e incluyentes.

¿Qué le dirías a personas heterosexuales en el país que todavía ven como tabú hablar de diversidad sexual, e incluso quienes ven demasiado difícil aceptar a personas abiertamente gay en la sociedad?
Entiendo que hablar de estos temas puede ser difícil, pero yo creo con todo mi corazón que las cosas podrán cambiar siempre y cuando partimos del valor del respeto por el ser humano: que le tratés a los demás como querés ser tratado. No hay que olvidar que cada persona LGBT es parte de la familia de alguien—hijo o hija, primo o prima, tío o tía; y cuando se le hace daño a un miembro de la familia es hacerle daño a la familia entera. Como seres humanos hay cosas que tenemos en común y cosas que nos hacen diferentes, pero nadie debe ser menospreciado ni perseguido solo por ser quien es. Ahora a todos – seamos LGBT o no -- nos toca a aprender como deshacernos de la desinformación que nos ha mantenido divididos en el mundo, y darle paso al respeto, aceptación, y empatía de unos por otros para que vivamos unidos.

¿Qué mensaje envías a la comunidad LGBT en El Salvador?
El amor, el apoyo, y la comprensión para vos mismo y para tus compañeros en el movimiento LGBT, eso los sustentará y les dará la fortaleza para poder enfrentar y superar los momentos difíciles, para así poder lograr la justicia en la sociedad salvadoreña. Habrá momentos de felicidad, de frustración, y de cólera, pero nunca hay que dejar de cuidar y quererse a uno mismo y al compañero, pues la unión hace la fuerza. 

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